25 Diciembre 2018. Natividad del Señor, Ciclo C. Lc 2,1-14; Jn 1,1-18
Estamos acostumbrados a escuchar que “Dios ha nacido en un portal de Belén”. Ya no nos sorprende ni conmueve un Dios que se ofrece como niño. Lo dice Antoine de Saint Exupéry en el prólogo de su delicioso Principito: “Todas las personas mayores han sido niños antes. Pero pocas lo recuerdan”. Se nos olvida lo que es ser niños. Y se nos olvida que la primera mirada de Dios al acercarse al mundo ha sido una mirada de niño.
Pero esa es justamente la gran noticia de la Navidad. Dios sigue siendo alguien que se nos ofrece cercano, indefenso, entrañable, desde la ternura y la transparencia de un niño. (Homilía de J.A. Pagola)