3 Diciembre 2017. 1º Domingo de Adviento, Ciclo B. Mc 13,33-37
Al dar comienzo el nuevo año litúrgico, el evangelio nos invita a reflexionar sobre el fin de la vida y del tiempo. Nos dice que no sabemos cuando será el fin. No es para amedrentarnos, sino para ayudarnos a vivir el presente en profundidad, estando en todo momento abiertos al horizonte definitivo de la eternidad. Frente al presente, frente a lo que acontece en nuestro mundo y sociedad, no podemos ni dormirnos ni desentendernos. Esa perspectiva de futuro y la espera de una tierra nueva no deben amortiguar, sino más bien avivar, el compromiso de perfeccionar esa tierra" (Gaudium et spes, 39). La actitud vigilante del adviento cristiano nos pide también vivir con las puertas de la esperanza abiertas. Una vida sin esperanza es como una casa sin ventanas. Dios está en medio de nosotros y su presencia y venida no está ligada a momentos privilegiados y lugares especiales. Para acogerlo hay que vivir hoy en plenitud. ¡Estad en vela!
- Categoría
- Tiempo de Adviento
- Palabras Clave
- esperanza, vigilancia, enfermedad, confianza, constancia, despertad